En la península del Yucatán, México, se encuentran las ruinas de una antigua ciudad maya llamada Chichén Itzá. Esta ciudad prosperó desde el año 750 hasta el 1200 d.C. Fue aquí, en 1969, donde Eric von Däniken tuvo una asombrosa realización al estudiar la pirámide central de El Castillo. Al investigar la literatura de los arqueólogos centroamericanos, descubrió que se hablaba de visitantes de otro mundo, a quienes los antiguos mayas consideraban dioses, especialmente el deidad principal llamada Quetzalcóatl o Kukulkán.
Según los mitos mayas, Quetzalcóatl era representado como una serpiente alada o una serpiente voladora. Von Däniken sugiere que esta descripción podría haber sido inspirada por algún avistamiento en el cielo que se asemejaba a una serpiente voladora. Chichén Itzá es considerado un lugar importante donde, según la leyenda, los dioses descendieron y dictaron el destino de la humanidad. En particular, la pirámide de El Castillo es conocida por ofrecer un espectáculo de luz y sombra durante los equinoccios.
En las fechas del 21 de marzo y el 21 de septiembre, al amanecer, se pueden observar triángulos de luz y sombra en la escalinata de la pirámide. Estos triángulos son creados por los nueve niveles de la pirámide. A medida que el sol se eleva, los triángulos de luz y sombra se desplazan hacia abajo hasta que el sol está en lo alto. Según Von Däniken, este espectáculo es una clara señal de que Kukulkán visitó la Tierra y prometió regresar en el futuro.
Von Däniken destaca que la conexión entre el conocimiento astronómico de los antiguos mayas y su arquitectura precisa es un detalle que a menudo se pasa por alto en la arqueología tradicional. Él cree que el enfoque en estos detalles es lo que hace que su hipótesis de los antiguos alienígenas sea tan fascinante, no solo en Chichén Itzá, sino también en otros lugares del mundo. Para respaldar su hipótesis, Von Däniken también menciona otro templo maya en la ciudad de Palenque.
En la década de 1950, se descubrió una tumba en Palenque que contenía la figura del señor Pakal. Von Däniken resalta que la tapa del sarcófago está decorada con una imagen del señor Pakal realizando actividades inusuales. En la interpretación de Von Däniken, esta imagen representa a un rey maya en una nave espacial, regresando a las estrellas. Muchos concordaron con esta interpretación después de leer su explicación. Esto plantea la pregunta de si Von Däniken podría estar en lo correcto y si el señor Pakal realmente fue un extraterrestre que visitó la Tierra en el pasado y compartió conocimientos avanzados con la humanidad.